PROEMIO Hace ya diez años que me sedujo la idea de lanzar una serie de artículos divulgativos sobre el papel de las mujeres en el Derecho a través de la historia, pero como protagonistas inapelables de esa historia. Mujeres pioneras en un mundo de hombres, desde una perspectiva pedagógica más que erudita, que no pretende un análisis científico profundo desde el punto de vista historicista sino más bien destacar la aportación desde el punto de vista del Derecho. Mi curiosidad por este papel de las mujeres se ha visto reforzado en los poco más de tres años que he tenido el honor de servir a España en el Congreso de los Diputados. Las largas horas en el salón de plenos me han permitido observar y reflexionar acerca del papel de la mujer en la elaboración de las leyes, en el gobierno, en la impartición de justicia. Estas reflexiones me acercaron a la elaboración de unas conclusiones provisionales (tesis), que de
seguir el método hegeliano me exigirían someterlas ahora a verificación o contradicción (antítesis) para concluir finalmente en una síntesis que me permitiera finalmente aportar algún elemento novedoso, un punto de vista diferente, o al menos, una perspectiva original en el tratamiento de los textos y las ideas extraídas a partir de su estudio. Esas reflexiones previas al estudio de las protagonistas de esta serie tienen dos ejes fundamentales. En primer lugar, la elección del punto de partida, que presenté en su momento en el Seminario Permanente de Ciencias Sociales organizado por mi Facultad de Ciencias Sociales de Cuenca (UCLM), sobre la juez Déborah, que constituye el germen del artículo con el comienzo esta tarea. El otro eje lo constituye la comprobación de que el papel de la mujer hasta el siglo XX, e incluso durante la primera mitad del mismo, ha sido residual en el mundo del Derecho, en la presencia institucional y en la participación de las decisiones del…